Y… Acerca de nuestras Publicaciones

“El Internet acaba con nuestra cultura” decía Andrew Keen al publicar The cult of the amateur ("La cultura de los aficionados") en el 2007. Decía que al democratizarse la web y la gente empezar a expresar y compartir información libremente, se generaría una cultura del narcisismo digital con expresiones sin contenido, aceleraría la crisis de los grandes medios de comunicación, minando el negocio de la credibilidad.
Es tarea de muchos de nosotros, con criterio y dedicación a la información que proporcionamos taparle la boca a este señor, pues en muchos sentidos hasta hoy tiene razón.

El Diseño Industrial

El Diseño Industrial es la concepción, innovación y construcción desde una profesión que no necesita mayor definición y en donde no existe un consenso para su formación.
El diseño industrial significa un proceso de adaptación cotidiana donde existe la posibilidad de lo imposible y la concepción de lo inexistente. A través del diseño se ejerce una labor que alimenta el espíritu y resuelve los cotidianos problemas de lo requerido. Es además el medio por el cual descubrimos que cada proyecto encierra un universo fantástico de posibilidades y abre nuestra mente frente a los conocimientos más diversos. Es éste, un universo que requiere de toda la honestidad inquisitiva, para involucrarnos y entender no solo el problema que nos ha sido planteado, sino para además tomar las acciones adecuadas.

La profesionalización del diseñador industrial significa lograr una armonía no solo en lo diseñado, sino además en nuestra vida propia. En la presente actualidad cotidiana de nuestras vidas, deseamos ser participes de un cambio significativo y aportar como individuos, dentro de una sociedad que cada vez mas demandante de una conciencia colectiva y de respeto hacia nuestro entorno. En un mundo ideal seriamos responsables de aportar a los demás, de la misma manera en como vemos por nosotros mismos, es decir lograríamos un equilibrio en todos sentidos. Tal vez este pensamiento utópico, refleja la difícil tarea que tenemos no solo los diseñadores, sino toda la humanidad en su conjunto por coexistir en una sociedad cada vez más sofisticada.

El diseño que hoy vivimos es servil y no solo ejecutor. Es creador de conceptos y sistemas, no solo de objetos de destino consumista.

En el papel del diseñador no solo se hacen propuestas que convergen en el quehacer de la sociedad, sino que además influyen de forma considerable en la cultura, en la forma de vida y sus costumbres. Es fundamental que el diseñador sea participe y consciente de esta responsabilidad, y que no aborde únicamente las cuestiones formales ni se involucre en estrategias consumistas y explotadoras del mal diseño. Pero bueno, finalmente esa también es una realidad de la que difícilmente podemos liberarnos. La mercadotecnia hoy en día, es una fuerza que empuja tenazmente frente a los mercados internacionales, absorbiendo a una gran cantidad de diseñadores con aptitudes y técnicas merecedoras de este mercado. ¿Bueno o malo? en fin, no es esa la pregunta que se busca responder en este proyecto. Lo que si debemos entender es que debemos desempeñar nuestro trabajo con conocimiento, innovación, sensibilidad y conciencia frente a la realidad que nos ha sido planteada, y aceptar que esos otros diseñadores igualmente son necesarios para echar a nadar esta maquinaria de expansión irremediablemente globalizada. ¿Cuál sería entonces el punto de equilibrio? Y como encausar nuestros conocimientos en beneficio de un crecimiento conjunto y dirigible.
… y seguimos caminando Image Hosted by ImageShack.us
El sentido de convergencia en el diseño delimita un orden donde todos los productos comienzan a parecerse. Las diversas marcas siguen al líder, sin embargo cada día es más complicado identificarlo pues los ciclos de innovación se reducen vertiginosamente.
La modernidad esta marcada por cambios trascendentales en el estilo de vida de la gente y la forma en como percibimos y como utilizamos los objetos. Pasamos de tener un estilo tradicional y ornamentado, a una serie de trazos racionales, metodicos, funcionales y sintetizados. Para terminar en formas más libres irracionales, minimalistas, donde podemos echar una vista al pasado, abstraer sus formas y proponer a través del llamado retrofuturismo diseños vanguardistas. La desmaterialización y semantización del diseño son corrientes que rayan en la ficción y nos hacen pensar que todo es posible a través del diseño.
La tecnología definitivamente nos marca una pauta a seguir, con la incorporación de la nanotecnologia los procesos se vuelven mas fáciles, y si bien es cierto que el acceso a mucha de esta tecnología esta restringida por los altos costos, algún día el diseñador será el piloto que guíe estos logros a través de las diversas propuestas de diseño. Las marcadas tendencias y los nuevos conceptos tienen capturado al diseño en un mundo que poco a poco se ve absorbido por una dependencia tecnológica, y muchas veces esta tecnología se convierte en un lujo.

“El lujo innecesario es la manifestación de la importancia que se le da a todo lo exterior y revela la falta de interés por todo lo que es elevación cultural, naturalmente el lujo esta relacionado con la arrogancia y con el dominio sobre los demás. Así pues el diseño no debería ser un problema de diseño” Bruno Munari

Nuestro Diseño... ¿Mexicano?

La segmentación del mercado esta marcada por las necesidades especificas de cada región, por el uso y costumbres sobre los objetos, así como de las tradiciones y raíces culturales de los países, los objetos que encontramos en Japón no son iguales a los utilizados en Europa o Latinoamérica, nuestras necesidades y requerimientos son distintos. En México atesoramos objetos que utilizaban nuestros antepasados desde épocas prehispánicas, y algunos otros los hemos adaptado de acuerdo con los nuevos materiales, o costumbres adoptadas por la influencia de otras culturas, México sin duda tiene una larga tradición, y es verdaderamente penoso que estemos tan influenciados por los norteamericanos y poco a poco se nos olviden nuestras raíces. Hablar de diseño mexicano, es realmente complicado, tendríamos que establecer que formas pueden ser pensadas como un estilo mexicano, sin caer en el típico estampado de grecas ni implicar una estética rústica, de nopales, motivos mayas, copias al mas puro estilo prehispánico y carteles de pedro infante, un diseño mexicano debe abstraer esa formas y colores, a través de un estudio profundo de significados, utilizando texturas y simbolismos sin caer en una reproducción kitsch de lo mexicano.
El simple hecho de que un diseño lo haga un mexicano, no lo hace un diseño mexicano, cuestionar esto es tanto como pensar si esos murales nacionalista de Diego Rivera, son totalmente nacionales, no habría que olvidar la formación y enorme influencia que Diego tuvo en España, y de algunos otros artistas plásticos que sin ser mexicanos tuvieron su formación en este país, su obra en muchos de los casos es considerada mexicana por haber sido concebida aquí. Al hablar de extranjeros que no solo tuvieron una formación en México, sino que además desarrollaron un sentido nacionalista y diseño al más puro estilo mexicano, no podríamos dejar a un lado a Clara Porset, quien trabajó al lado de reconocidos arquitectos de los inicios del modernismo en México, como Luís Barragán, Mario Pani, Enrique del Moral y Juan Sordo Madaleno, por mencionar a algunos
El trabajo de Clara Porset se sustentó en la idea de que el diseño no tenía que pertenecer a una sola clase social. Con Luís Barragán la unían principios en común: ambos buscaban darle un carácter mexicano a sus diseños, pero integrándolos al contexto internacional, esta fusión de las tradiciones mexicanas y el arte popular, fue una de sus más importantes propuestas, pero sin caer en el folclorismo lo cual le molestaba, lo que ella logró fue una interpretación del diseño popular mexicano y una reinterpretación de ese arte inventando un México moderno.

"El mueble tiene que ser como la arquitectura: una expresión viviente que resulte de un medio físico y cultural. El clima y el grado de desarrollo social, económico y técnico de una nación determinan necesariamente el material que se use, la forma de trabajarlo y la apariencia misma de la forma. Si a ello se añade la fuerza incitativa de la herencia cultural, más cuando ésta es poderosa, como en México, lo que cabe es la expresión nacional que a veces se subdivide por regiones y que puede llegar a tener finalmente y por su mismo mérito, valores internacionales" Clara Porset